Promovido por AEDAKAI, este pasado fin de semana hemos asistido al seminario de Aikido impartido por el maestro José Santos Nalda que tituló "impedir herir sin herir" y, repasando los argumentos expuestos, es ahora cuando empezamos a paladear el fondo de las enseñanzas.
Al margen del tema propuesto, queremos resaltar la satisfacción que produce ver y escuchar a un aikidoka como Nalda que, por su larga trayectoria y su capacidad de reflexión, es capaz de transmitir pensamientos y actitudes que van mucho más allá de la óptima ejecución de las técnicas de Aikido.
Estudiando la práctica, pero más fundamentalmente, los pensamientos de O'Sensei, practicantes como Nalda son capaces de convertirse en eslabones cruciales en la transferencia de estas enseñanzas que son transcendentales para que, los que pretendemos "aprender Aikido", encontremos una guía adecuada a tal fin.
El contenido de este seminario, transporta ineludiblemente a una de las ideas básicas en la filosofía del maestro Ueshiba: la armonía y la paz. Como bien dijo el propio Nalda, aunque el Aikido es un arte marcial y por ello un compendio de técnicas que se derivan de la confrontación -entiéndase guerra en el pasado-, si el objetivo que nos marcamos es la neutralización de una agresión y el convencimiento del agresor de que su actitud puede no tener éxito, bien podemos proponernos impedir que nos hieran sin convertir nuestra respuesta en otra agresión igual o superior. Tan sencillo como esta explicación y tan complicado de aplicar según la situación.
Agradecemos al maestro su comparecencia y disponibilidad, a los compañeros de Lleida, Zaragoza y Toledo que viajaron para acompañarnos en este seminario, al Ayuntamiento de Valdemoro por la cesión de las instalaciones y a la Federación Madrileña de Judo y D.A. por la del tatami, a los amigos transportistas que lo acercaron a Valdemoro y a todos los aikidokas que tuvieron a bien compartir estas horas con nosotros.